martes, 29 de marzo de 2016

El ministerio del tiempo 2x07

Vamos una semana más con el análisis del séptimo episodio de la nueva temporada del Ministerio del tiempo, emitido ayer a las 22:15 en La 1. Este consiguió un 12,1% de share y congregó a 2.330.000 de espectadores. 

El capítulo comienza recordando el momento vivido hace unas semanas en el que Susana sustituye a Salvador, mostrándonos como este antes de marcharse avisa a Julián de que la nueva subsecretaria conoce su paradero, Cuba en 1898, y que debe marcharse a otro lugar. Tras esto, avanzamos dos meses en el tiempo y vemos que el agente se ha instalado en Manila, Filipinas, ayudando como enfermero a los soldados. Mientras atendía a uno de los moribundos, se ve obligado a prometer que entregará un camafeo que este poseía a su amada, lo cual lo obliga a marchar hasta una aldea cercana. Allí, los soldados residentes le tienden una trampa hasta conocer sus intenciones, tras lo que deciden confiar en él y consigue llevar a cabo la promesa. 

Mientras, en el Ministerio intentan poner en orden todos sus papeles debido a una auditoría pendiente con el gobierno. Salvador encarga a Amelia todo el papeleo mientras que Alonso y Pacino se ocupan de catalogar las puertas de nueva aparición. Revisando estos documentos, Angustias y Ernesto descubren uno dirigido a este último en el que dice que tiene un hijo, aunque no posee fecha ni firma. Por otro lado, Alonso ve en una manifestación antidesahucios a una mujer idéntica a su esposa, Blanca, a la cual defiende cuando llega la policía, por lo que acaba siendo arrestado y más tarde liberado sin cargos gracias a la influencia del Ministerio.

En cuanto a Pacino, este intenta ligar con Amelia, convenciéndola para que deje su trabajo y lo ayude con la clasificación de puertas, llegando a una tapiada que conduce al mismo Ministerio solo que unos meses antes. Allí, tienen que ocultarse apresuradamente de la Amelia, Julián y Alonso del pasado, aunque Pacino desobedece y tiene un breve diálogo con el enfermero, provocando el enfado de la joven. Tras este incidente, intenta ligar de nuevo con ella, invitándola a ver una serie en su piso. Sin embargo, la presencia de Alonso lo entorpece y no consigue llegar a nada con Amelia.

En Filipinas, Julián ayuda al resto de soldados a mandar cartas a sus respectivas familias ya que es el único que sabe escribir, decidiendo más tarde llamar a Amelia, aunque sin respuesta. Cuando esta descubre la llamada del número desconocido corre en busca de Irene, la cual descubre que el móvil se encuentra fuera de territorio español y que fue sacado por Salvador del Ministerio. El subsecretario cuenta la verdad a Irene y Ernesto: ayudó a Julián desde su salida de la institución, poniéndolo al corriente de todo lo que Susana sabía. Irene también confiesa que fue ella quien le proporcionó la información a esta, acabando así con todas las mentiras. Finalmente, llegan a la conclusión de que Julián se halla perdido en el pasado, ya que se encuentra en un período de guerra que produjo la independencia de Filipinas de nuestro país.

En las islas, Julián y el resto de soldados descubren que los pueblos filipinos se han unido contra los españoles allí residentes, por lo que se disponen a preparar la defensa. Al intentar averiguar que estaba pasando son atacados y se ven obligados a replegarse, quedando encerrados en la iglesia del pueblo y dejando la acción abierta para el siguiente capítulo.

Me parece un trabajo magnífico el que realizan con los efectos especiales y las recreaciones disponiendo de un presupuesto que no resulta demasiado. El humor y las referencias a la cultura popular siguen siendo uno de sus puntos fuertes, regalándonos cada semana momentos que aportan un componente más ligero a la serie. También hay que destacar cómo la serie supone una clase de historia camuflada, centrada esta vez en la decadencia del gran imperio que una vez tuvo nuestro país, situándonos en dos de los últimos territorios que perdimos contra los estadounidenses. La vuelta de Julián me ha parecido genial y, aunque el personaje de Pacino me gusta bastante, creo que si saben combinar ambos protagonistas pueden aportar un factor muy interesante a la serie.

Y hasta aquí la entrada de hoy, mañana una nueva hablando de Allí abajo. 


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