La serie narra el caso de Alicia Vega, una niña desaparecida el mismo día de su comunión. Desde el primer momento los indicios muestran que el culpable tiene que ser parte de la familia de la niña, por lo que todos ellos pasan a ser posibles sospechosos. Debido a ésto, la policía decide llevar a cabo una operación encubierta en la que dos agentes, Laura (Blanca Romero) y Víctor (Yon González), adoptarán una falsa identidad para así infiltrarse en Cienfuegos, localidad en la que se desarrolla la acción, y en el entorno de la familia Vega.
Como podéis ver la serie no aporta nada que no hayamos visto anteriormente, pero aún así consigue engancharnos. Debo decir que al principio algo que no me convencía era que todos los personajes eran presentados como sospechosos, aunque conforme avanza la serie se entiende el porqué de determinados comportamientos que antes no considerábamos del todo creíbles. Una pega que le pongo a la serie es Blanca Romero. La actriz no me convence demasiado, es muy monótona y plana, no la veo indicada para este papel. Quitando este par de detalles, Bajo sospecha es una serie que me está gustando bastante. Y no sólo a mí, ya que goza de una media de 4 millones de espectadores. El pasado mes de Marzo se confirmó una segunda temporada, algo más que previsible con unos datos tan satisfactorios.
Mañana llega el penúltimo capítulo de la serie a las 22:30 horas en Antena 3. Cada vez estamos más cerca de descubrir al culpable de la desaparición de Alicia. Debajo os dejo un tráiler de la serie:
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